Uno de los principales problemas con el que se enfrentan los médicos cuando se habla de terapia hormonal es el delicado equilibrio entre los beneficios potenciales y los riesgos a largo plazo. De un lado, es conocido que enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, tumores ginecológicos y enfermedad de Alzheimer son patologías cuyo riesgo de aparición aumenta con la llegada de la menopausia. Y las estadísticas indican que en el 85% de las mujeres españolas el deterioro de su calidad de vida está marcado por la aparición de estas enfermedades. Pero no sólo la menopausia es su responsable. En sentido estricto, a la retirada de la menstruación hay que referirse como un factor de riesgo que puede verse potenciado por unos malos hábitos alimenticios o un estilo de vida inadecuado.
La patología osteoarticular, en especial la osteoporosis o pérdida progresiva de calidad y densidad ósea, es, no obstante, caso aparte. La suplementación hormonal con estrógenos o progestágenos, además de reducir los síntomas del climaterio, también ayuda a mantener el hueso en parámetros razonables. A cambio, el riesgo de ictus o de cáncer de mama puede crecer si la terapia se mantiene más allá de los cinco años.
El equilibrio es difícil, puesto que el riesgo de fractura ósea, especialmente de cadera, se incrementa notablemente con los años. Y la pérdida de movilidad tras una fractura es un factor que incrementa de forma clara los índices de mortalidad. De ahí que se recomiende personalizar tanto como sea posible los tratamientos a administrar y valorar cada caso de acuerdo con factores de riesgo asociados. Por ejemplo, tomando en consideración si existe o no sobrepeso, hipertensión, diabetes, niveles de colesterol HDL, trastornos psíquicos o pérdida de calidad ósea. Éstos y otros factores deben condicionar, según apuntan los expertos, el tiempo y las dosis de la terapia hormonal.
Somos alumnas de primero de bachillerato y queremos que este blog sea una herramienta útil ya que abarca desde los primeros carácteres femeninos hasta la pérdida de la menarquia. Aunque nuestra sociedad esté actualizada, hay muchas mujeres que temen a la menopausia, por tanto, queremos hacer ver los diversos factores que existen para combatir esas irregularidades y temor tanto físicos como psíquicos.
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